La Umbría (en italiano,
Umbria) es una región del centro de Italia. Es una de las regiones italianas
más pequeñas, y la única que no se encuentra situada en los confines,
terrestres o marítimos, de la nación. Es también la única región de
la Italia peninsular a la que
no baña el mar pero es atravesada por el emblemático Río Tíber. En la
literatura, a veces se llama a Umbría
il
cuor verde d'Italia ("el corazón verde de Italia"). La frase está
tomada de un poema de Giosuè Carducci en las Odas bárbaras (1877). En cuanto a
su valor cultural, artístico y turístico se destacan las iglesias románicas,
catedrales góticas, basílicas y antiguos palacios que testimonian aún hoy la
gran producción artística que, desde el siglo XII hasta el XVI, dieron a Umbría
obras maestras inmortales. Sobre la onda del gran fervor religioso, impreso
sobre todo por las órdenes mendicantes, los artistas de todas las partes de
Italia fueron a la región a trabajar, haciendo escuela con sus obras extraordinarias.
Pero una disciplina, de manera particular, marcó el triunfo artístico de
Umbría: la pintura. Destaca
la
Basílica de San Francisco en Asís, con frescos de Cimabue,
Simone Martini, Pietro Lorenzetti y, sobre todo, Giotto.

En cuanto a su historia más
reciente ésta región, tras
la Revolución Francesa y la conquista francesa de
Italia por Napoleón, formó parte de la efímera República Romana (1798-1799) y
del Imperio Napoleónico (1809-1814). Tras la derrota de Napoleín, el Papa
recuperó Umbría hasta el año 1860. Después del Risorgimento y la expansión
piamontesa, Umbría fue incorporada al Reino de Italia. Las fronteras de Umbría
se fijaron en 1927, con la creación de la provincia de Terni y la separación de
la provincia de Rieti, que se incorporó al Lacio.
La capital regional de Umbría está en Perusa, en italiano, Perugia. Precisamente en ésta provincia, en el corazón la región umbra, se encuentra Asís (en italiano Assisi), ciudad y sede episcopal de Italia aferrada a una estribación del monte Subasio, del que parece que derive su nombre (asio equivale a monte). En su amplio territorio, hay vestigios de un rico pasado: un teatro y un anfiteatro, las termas, la plaza del senado y el imponente templo (25 a.C.) dedicado a Minerva (correspondiente a la griega Palas Atenea). El cristianismo arraigó pronto en la ciudad. En el siglo XIII en Asís, nacieron dos figuras importantes para el catolicismo: San Francisco (1182-1226) y Santa Clara. Los espléndidos frescos de Giotto, Cimabue, Lorenzetti y Simone Martini, presentes en la Basilica di San Francesco de Asís, hacen comprender bien la potencia de la religiosidad medieval y el fervor místico de la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario