La bicicletería de Gino
Por Víctor Fenoglio y Miryan
Tranquilli*
Gina y Gino Gomiero antes |
Gino es uno de los abanderados de la Sociedad Italiana |
Oriundo de
Mogliano, provincia de Treviso, Gino Gomiero nació el 29 de agosto de 1926 y es
hijo de una familia de trabajadores relacionados con la industria. De muy
jovencito debió afrontar la dura realidad de la época. Durante los años de la
segunda guerra trabajó en una fábrica de cubiertas. Cuando Italia intervino en
el conflicto, Gino debía viajar con mucha frecuencia y resultaba muy peligroso
su trabajo. Terminada la guerra Gino decidió emigrar, no sólo por temor a una
nueva conflagración, sino porque veía en tierra americana la posibilidad cierta
de progreso y bienestar. El hecho de contar con familiares ya establecidos en
nuestro país facilitó sus trámites para el traslado, ya que se encontraban dos
hermanos de su madre, Daniele y José Casagrande. Pero cuando ya tenía todo
listo para partir, un inesperado decreto del Ministerio de Defensa italiano, estableció que no se podía salir del país si no se había
hecho el servicio militar, y eso demoró su partida. Tuvo que cumplir con ese
requisito para poder partir. Finalmente, viajó con su esposa Gina Ada Barbiero
en el “Santa Cruz”, un barco de carga, arreglado para pasajeros. Luego de un
viaje ameno, llegó a nuestro país el 1º de julio de 1949. Lo esperaba en Buenos
Aires un tío, que ya estaba radicado en nuestra ciudad desde hacía muchos años,
de manera que aquí se establecieron. Consultando sobre su actividad laboral nos
comentaba: -Antes de salir de Italia, un primo mío que era muy amigo de
Alejandro Cleri, ellos eran friulanos, tenía una fábrica de bicicletas en San
Francisco. Mi primo le dijo: -Tengo un primo que viene, -Bueno, que venga,
decile que venga, ya tiene trabajo. Ahí estuve cinco años, del 49 al 54, y
después, empecé a trabajar por mi cuenta. Gino y su esposa tuvieron una hija,
María Luisa, se integraron plenamente en nuestra comunidad, en la que fueron
bien recibidos. Hablando sobre este tema, se expresa con agradecimiento: -Argentina
es la segunda Patria… estuve en muchos lados, nunca me hicieron a un lado, pero
aquí me siento como dueño del “paese”. Hicieron además suyas las costumbres
gastronómicas del asado y el mate, vale decir, se argentinizaron. Si bien es
muy valorable todo esto, no caben dudas de que el desarraigo siempre deja un
profundo sentimiento de añoranza. Así lo manifiesta Gino al hacer referencia a
los sentimientos que le quedaron de la madre Patria: -Cuando duermo de noche,
siempre que sueño, me parece estar ahí con las amistades, con papá, con mamá, y
no loS vimos más, es duro, es duro… La bicicletería del ‘gringo Gino’, como se
la conocía en nuestro medio, hizo época por la calidad de sus trabajos, la
seriedad y el buen trato para con la gente. El perfil humano de este incansable
luchador, queda bien definido con la respuesta que nos da al preguntarle si
tuvo problemas o diferencias con otras comunidades o asociaciones, fuera de la
italiana: -Tengo amigos en todos lados, no tengo diferencias, no soy político,
no soy crítico y no me gusta criticar.
* Los datos
utilizados provienen de la entrevista realizada el 25 de abril de 2006. Archivo de Historia Oral. Fundación
Archivo Gráfico y Museo Histórico de la Ciudad de San Francisco y la región.
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