domingo, 14 de julio de 2013

Historias de Inmigrantes



La bicicletería de Gino

Por Víctor Fenoglio y Miryan Tranquilli*

Gina y Gino Gomiero antes

Gino es uno de los abanderados de la Sociedad Italiana
 
Oriundo de Mogliano, provincia de Treviso, Gino Gomiero nació el 29 de agosto de 1926 y es hijo de una familia de trabajadores relacionados con la industria. De muy jovencito debió afrontar la dura realidad de la época. Durante los años de la segunda guerra trabajó en una fábrica de cubiertas. Cuando Italia intervino en el conflicto, Gino debía viajar con mucha frecuencia y resultaba muy peligroso su trabajo. Terminada la guerra Gino decidió emigrar, no sólo por temor a una nueva conflagración, sino porque veía en tierra americana la posibilidad cierta de progreso y bienestar. El hecho de contar con familiares ya establecidos en nuestro país facilitó sus trámites para el traslado, ya que se encontraban dos hermanos de su madre, Daniele y José Casagrande. Pero cuando ya tenía todo listo para partir, un inesperado decreto del Ministerio de  Defensa italiano, estableció que  no se podía salir del país si no se había hecho el servicio militar, y eso demoró su partida. Tuvo que cumplir con ese requisito para poder partir. Finalmente, viajó con su esposa Gina Ada Barbiero en el “Santa Cruz”, un barco de carga, arreglado para pasajeros. Luego de un viaje ameno, llegó a nuestro país el 1º de julio de 1949. Lo esperaba en Buenos Aires un tío, que ya estaba radicado en nuestra ciudad desde hacía muchos años, de manera que aquí se establecieron. Consultando sobre su actividad laboral nos comentaba: -Antes de salir de Italia, un primo mío que era muy amigo de Alejandro Cleri, ellos eran friulanos, tenía una fábrica de bicicletas en San Francisco. Mi primo le dijo: -Tengo un primo que viene, -Bueno, que venga, decile que venga, ya tiene trabajo. Ahí estuve cinco años, del 49 al 54, y después, empecé a trabajar por mi cuenta. Gino y su esposa tuvieron una hija, María Luisa, se integraron plenamente en nuestra comunidad, en la que fueron bien recibidos. Hablando sobre este tema, se expresa con agradecimiento: -Argentina es la segunda Patria… estuve en muchos lados, nunca me hicieron a un lado, pero aquí me siento como dueño del “paese”. Hicieron además suyas las costumbres gastronómicas del asado y el mate, vale decir, se argentinizaron. Si bien es muy valorable todo esto, no caben dudas de que el desarraigo siempre deja un profundo sentimiento de añoranza. Así lo manifiesta Gino al hacer referencia a los sentimientos que le quedaron de la madre Patria: -Cuando duermo de noche, siempre que sueño, me parece estar ahí con las amistades, con papá, con mamá, y no loS vimos más, es duro, es duro… La bicicletería del ‘gringo Gino’, como se la conocía en nuestro medio, hizo época por la calidad de sus trabajos, la seriedad y el buen trato para con la gente. El perfil humano de este incansable luchador, queda bien definido con la respuesta que nos da al preguntarle si tuvo problemas o diferencias con otras comunidades o asociaciones, fuera de la italiana: -Tengo amigos en todos lados, no tengo diferencias, no soy político, no soy crítico y no me gusta criticar.

* Los datos utilizados provienen de la entrevista realizada el 25 de abril de 2006. Archivo de Historia Oral. Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de la Ciudad de San Francisco y la región.

No hay comentarios:

Publicar un comentario