“La doppia ora” es una notable película
italiana, rodada en la ciudad de Torino, que mantiene un subyugante clima de
suspenso desde su comienzo, sostenido luego en las buenas interpretaciones de
la pareja protagonista y en un desarrollo de la trama poco convencional, que
guarda bajo la manga algún golpe de efecto, que dá mayor empaque a la historia,
sin hacerla perder verosimilitud. Una película de la que muchos críticos
comentan que no parece italiana. Proclive al remake por parte de los
americanos. Una película de indiscutible calidad, desasogante como lo era “La
ragazza del lago”. Sonia es una mujer del este que trabaja como limpiadora en
un hotel de Torino. Sin novio, ni pretendientes a la vista, decide acudir a un
lugar de citas, donde otras como ella acuerdan encuentros con otros hombres. El
caso es que en uno de esos encuentros Sonia conoce a Guido y ambos son víctimas
del buen hacer de Cupido. Él trabaja como guardia seguridad de la villa de un
ricachón, que será víctima de un robo el día que decide llevarla a conocer su
lugar de trabajo. La actriz Kseniya Rappoport quien ya nos ofreció otra buena
interpretación en “La Sconosciuta”, prepara aquí otro papel de mujer sufridora,
quien con gran dominio de su expresión corporal, logra decir mucho con sus
ojos, sus miradas, más que con las palabras que brillan casi por su ausencia. Filippo
Timi (Guido), ha visto reconocido su trabajo con una nominación en los premios
David di Donatello, que todavía no se han fallado, no por este papel, sino por “Vincere”.
Más allá de la intriga, de las hechura de thriller, la película abunda en la
psicología humana, de ahí que los personajes arrastren como una pesada cruz sus
actos pretéritos, un lastre del cual no pueden desprenderse, momentos aciagos
que ocuparán sus desvelos, poblarán su pesadillas. Porque tras ese comienzo
vestido de drama romántico, el film de Giuseppe Capotondi tomará un giro que ya
no tendrá retorno: acostumbrados como estamos en la Argentina a las comedias
italianas como “La prima cosa bella”, “Habemus Papa”, etc., “La doppia ora” (o
“La hora del crimen”, como se tradujo en España) se estrenó en el país para
mostrar una faceta casi desconocida del cine itálico, al menos por estas
pampas. El suspenso, lo misterioso, lo siniestro, cada una de estas en sus
precisas acepciones, no en el lugar común en el que suelen utilizarse.
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